PLATOS TÍPICOS DE LA COCINA FRANCESA
Los platos más tradicionales de Francia suelen incluir queso entre sus ingredientes, debido como bien se sabe a la amplísima gama de quesos con que cuenta la
gastronomía francesa. El pan, la carne de pato o ganso y las cremas o purés suelen estar también muy presentes en las mesas de la mayoría de casas y restaurantes de Francia. A continuación enumeramos cuáles son los principales platos de este país.
Aligot
El aligot es una especialidad gastronómica original del macizo de Aubrac que se extendió por las regiones de Lemosín y Auvernia hasta que finalmente se conoce como un plato típico de Francia. Es una especie de puré de patatas muy espeso debido a que está mezclado con queso sin afinar, conocido como tomme fraîche.
Junto con el queso, la pasta de patatas se calienta a fuego suave y es muy importante removerla lentamente para obtener la textura que caracteriza a este plato. Además, de esta manera se consigue que el queso se derrita de manera uniforme, lo que hace que la textura final llegue a ser elástica. Finalmente, se le suele añadir mantequilla, ajo o incluso nata fresca.
Quenelle
Se trata de un plato francés similar a las salchichas o las albóndigas por su aspecto. Se trata de una pasta de sémola de trigo que se mezcla con harina, huevos y leche para acompañarla finalmente con alguna carne de ave, ternera o pescado. Es una especialidad gastronómica típica de Lyon, donde se hicieron famosas las llamadas quenelles de brochet o quenelles de lucio.
Fondue de queso
La
fondue de queso es una especie de crema que se puede tomar bien como acompañante de otros ingredientes o bien mojando trozos de pan en él. En realidad, es un plato originario de Suiza, concretamente de la
frontera franco-suiza, alrededor de Jura y los Alpes.
Ratatouille
Elaborado con diversas hortalizas, es un plato natural de Niza y la región de Provenza, al sureste de Francia. En realidad, es una comida vegetariana y el nombre se desprende del verbo touiller que significa remover. La idea de su elaboración es poner a freír en aceite de oliva cada uno de los vegetales, para luego cocinarlos todos juntos. Es un plato muy popular en toda la Europa mediterránea.
Quiche lorraine
Este plato es, actualmente, famoso alrededor de todo el mundo. Es básicamente una tarta salada con base de brisa o pasta quebrada y rellena de una mezcla hecha con nata y huevos.
Vichyssoise
Se trata de una crema fría similar a una sopa, aunque en ocasiones puede parecerse más a un puré, dependiendo de lo líquida que quede. También recuerda por su textura al famoso gazpacho andaluz. En cualquier caso, sus ingredientes son: puerro, patata, cebolla, nata y leche. Todo ello se tritura y se sirve tradicionalmente en un tazón o un plato hondo.
Flammkuchen
El Flammkuchen, también llamado Flammenkuchen, ambos nombres de origen alsaciano, es un plato típico de Alsacia, el Palatinado y Baden (Alemania). En francés, suele llamarse Tarte flambée. En realidad, por su aspecto y forma de preparación, el Flammkuchen es una comida muy similar a la pizza italiana, aunque con ligeras variaciones.
Crudités
Crudités, que traducido literalmente al español no significa otra cosa más que crudezas, es un entremés o primer plato consistente en diversas verduras crudas.
Crêpes
Es probablemente uno de los postres más internacionales de la gastronomía francesa y procede de Bretaña. Se trata de masa hecha a base de harina de trigo candeal, a la que se le da forma de disco (diámetro de unos 16 mm). Aunque habitualmente se toman como postre untados con chocolate fondue, nata u otro tipo de dulce, también pueden tomarse con ingredientes salados.
Macarons
El macaron en francés y macarrón en español es un tipo de galleta de origen francés que ha adquirido fama mundial. Se prepara a base de clara de huevo, almendra molida, azúcar y azúcar glacé. No obstante, en realidad es un postre de origen italiano (maccarone en italiano) que ya se consumía en este país durante el siglo XVI.
Farz de bretón
También conocido simplemente con el nombre de far, este pastel es una especialidad gastronómica de la región de Bretaña. Su textura es similar a la del pudin o un flan consistente. La masa se hace a base de harina de trigo, mantequilla, leche, huevos y azúcar, aunque también se le puede añadir un toque de vainilla o ron. En el interior se añaden ciruelas pasas enteras o trozos de pera.
Tarte tatín
Es básicamente una
tarta de manzana que difiere de la habitual porque en esta tarta los trozos de manzana han sido caramelizados con azúcar y mantequilla. Lo más característico de esta tarta es que el proceso de elaboración se hace a la inversa, es decir, en la base se ponen las manzanas y después se añade la masa. Se le da la vuelta al colocarla en el plato para servirse.
Canelés
Estos pequeños pero deliciosos bizcochitos son originales Burdeos, al sudoeste de Francia, en la región de Aquitania. El característico aspecto cilíndrico con pliegues de cada uno de estos bizcochos es el motivo por el cual se llaman canelés, ya que en lengua gascón, canelat significa canalón (tipo de tubería).
Tarta tropézienne
La tarta tropézienne es uno de los postres más tradicionales de Francia, ya que se estima que allá por los años 50 ya se consumía en la Provenza francesa. Según cuenta la leyenda, la receta se debe al pastelero polaco Alexandre Miccka, quien la preparó por primera vez en su pastelería de Saint-Tropez. En realidad, es una versión de un postre típico de la gastronomía polaca.
Clafoutis
El postre llamado clafoutis consiste en una tarta de origen francés hecha a base de cerezas enteras, de ahí su aspecto. Es un plato original de Lemosín y en occitano se le da el nombre de clafotís, procedente del verbo clafir, que significa rellenar.
Financiers
Los financiers son unos bizcochos muy típicos en Francia que suelen tomarse para acompañar al té. El nombre, tal y como parece, significa financiero y es debido a sus orígenes.
Pain d’épices
El pain d’épices, traducido en ocasiones como pan de jengibre aunque su traducción literal sea pan de especias, es un tipo de pan dulce típico de Francia. Se caracteriza fundamentalmente por contener una gran cantidad de miel y especias, entre ellas anís y jengibre, de ahí que también se le llame “pan de jengibre”. El que más fama posee en la actualidad es el procedente de Dijon y de la localidad de Gertwiller (Alsacia), donde cuenta incluso con un museo llamado Musée du Pain d’Epices et de l’Art Populaire Alsacien.